La adaptación durante la estancia me costó, creo, un poquito más que a mis otras compañeras. Pero al final siempre te adaptas y si hay gente maravillosa a tu lado, como en mi caso, es mucho más sencillo. Además, ¡el agua caliente volvió en dos semanas!
La participación en todos los sectores en los que trabajaba la Fundación me permitió crear vínculos muy estrechos con algunos de los niños y niñas, sobre todo en sectores como San Martín o Casa Escuela. En el sector de San Martín se llevan a cabo talleres de danza, bailes populares, en donde los y las participantes se expresan mediante ésta; y en Casa Escuela se realiza sobre todo apoyo escolar a niños y niñas. Estos dos sectores han sido en los que más me ha gustado trabajar porque es dónde sentía que mi participación o colaboración tenía resultados; ya que en otros realizaba simplemente acompañamiento.
En Casa Escuela, la tarea de ayudar a los niños y niñas con sus deberes escolares es de gran importancia ya que la mayor parte de ellos y/o ellas tienen problemas de atención, compresión o dislexia. En Colombia, en algunos colegios públicos, solamente pueden repetir curso x número de niños/as por clase, por lo que muchas y muchos de ellos pasan de curso continuamente sin saber lo esencial. Este es el motivo de que la mayoría de los niños y niñas a las que nosotras ayudábamos tuviesen tantos problemas escolares.
Por otro lado, también brindamos apoyo realizando talleres en la plaza 20 de Julio. En este espacio se realiza todos los sábados un mercado muy popular en la zona; los puestos de fruta o verduras son de familias con escasos recursos por lo que se pueden ver en todos ellos niños o niñas pequeños colaborando con sus familiares. Muchos de éstos/as, son los denominados NNATS (niños, niñas y adolescentes trabajadores) por la Fundación. En este sector el trabajo se realiza en la calle, se llevan a cabo distintos talleres en formación de derecho de los menores mediante actividades de dibujo o danza.

Con mi compañera María en uno de los talleres de baile de Casa Abierta San Martín.
Además del sector anterior, también realizamos actividades en el sector de Suba y Caracolí en donde se llevan a cabo distintas dinámicas con los y las participantes de los comedores comunitarios.
Al mismo tiempo, dos días a la semana, debido a nuestra formación, las voluntarias nos implicamos en la búsqueda de distintas convocatorias de proyectos para ayudar en la financiación de las actividades de la Fundación, formulando finalmente un proyecto base de comunicación. En este contexto, también llevamos a cabo la realización de un taller de identificación y formulación de proyectos de cooperación internacional para el equipo de la FCU. Cabe destacar, que este taller no fue el único que impartimos a nuestros compañeros/as, también realizamos una jornada de talleres de evaluación personal en donde todos y todas pudieron expresar sus ideas sobre cómo mejorar las relaciones laborales y el trabajo en la Fundación.