Mi transcurso en Tegucigalpa, como comentaba, suponía levantarnos cada madrugada para afrontar 12h de educación en los colegios de la periferia. En los colegios dedicábamos todo el tiempo en impartir clase de educación artística, lo que conocemos como plástica y visual, realizando actividades de media o una hora en todos los cursos del centro educativo. Las clases iban destinadas desde la preparatoria (educación infantil) hasta bachillerato. Como éramos 15 voluntarios del proyecto, nos dividíamos por grados para poder dar clase todos los días a todos los cursos del colegio. Yo, junto con tres compañeros impartíamos clase en preparatoria, 1º y 2º primaria. Las actividades consistían en desarrollar la capacidad creativa y crítica del alumnado ante el arte y la realidad social de su contexto. Una de las muchas de las actividades realizadas fue la de “abstracción y figuración”, la cual trata de realizar una figura humana de cuerpo entero mediante elementos geométricos y abstractos, cuyo resultado sea armónico.
Niños realizando la actividad de Abstracción y figuración en el Colegio de Santa María, Tegucigalpa
En preparatoria, niños de 3 a 5 años, se trabaja esta actividad mediante recortes de formas geométricas. El educador le facilita los recortes, para que ellos deban elegir y formar su propia figura humana. En primaria se realiza la misma actividad, pero esta vez dibujando con lápiz la figura geométrica en el folio, utilizando tres colores. En secundaria y bachillerato se utilizará el programa ILUSTRATOR para realizar el dibujo digital, de manera que el alumno puede aplicar no solo figuras geométricas y color, sino también textura, degradado y volumen.
Con cada una de las actividades de educación artística, desarrollé en mí habilidades para la vida que nos forman y nos hacen ser humanos con valores de solidaridad, respeto, unión, inclusión, humanidad y cooperación, entre otros. Habilidades tales como el autoconocimiento. En éste la cooperación, viajar, y aportar mi grano de arena por el mundo de los millones de culturas me enseña a ser quien soy en el presente, me invita a conocer mi pasado, y me prepara para un futuro. Salir de la zona de confort nos hace conocernos y saber quién somos donde nunca nos habíamos visto, en toda situación, contexto, forma, convivencia nueva que nos hace ver nuestro propio mundo desde otra perspectiva. Crear una línea horizontal que representa la vida en sí. También destaco la empatía donde Aprendí a lograr de comprender más aún a la persona, e intervenir desde la línea de las tres C antes de llegar a actuar con alguien.
Estas tres C se basan en Conocer a la persona en primer lugar, Comprender la situación o contexto que le ha llevado hasta el presente para poder Compartir momentos, aprendizajes, experiencias, sensaciones. Intervenir desde una metodología de acción participativa, viendo al país cooperante como el verdadero protagonista de su historia, y viéndonos a nosotros como cooperantes como un eslabón más que una fuerza y coraje para que la desigualdad e injusticia poco a poco vaya solventándose.
Pero no solo han sido estas habilidades destacadas, sino también la capacidad de manejar mis emociones ante situaciones adversas, mi capacidad de creatividad para lograr llevar a cabo horas de clase innovando en beneficio del alumno. Así como todas las habilidades para la vida me han enseñado a educar y ser educado no parar ser mejor o peor, directamente para SER. Aprendí gracias a la cooperación y conocer mundo a educar en valores que nos enseñen a vivir más que a sobrevivir, a cooperar antes que a pelear, a reír y llorar, a reflexionar y cuestionar antes que copiar y obedecer sin más. Potenciar mi motivación, aspiraciones y retos de vida, así como lograr el empoderamiento de luchar por las necesidades en equidad de oportunidades hacia un mundo mejor.