Siempre había tenido en mente lo bonito que sería realizar un voluntariado pero nunca había dado paso de al menos intentarlo, hasta que a través del CICODE conocí los diferentes proyectos que se becaban, así que decidí aplicar. Aunque en las primeras resoluciones no fui elegido, en mayo recibí un email, había una baja de última hora para el proyecto P10, Perú, tenía que tomar una decisión rápida y como estáis comprobando decidí aceptar y así empezó otra gran aventura en mi vida.
Mi proyecto en Perú iba a tratar sobre Emprendimiento Empresarial con jóvenes, he de decir que yo soy estudiante de derecho y realicé unas prácticas ICARO en una entidad pública de asesoramiento empresarial, por lo tanto este proyecto se adecuaba bastante a mi perfil. Este proyecto lo realizaría con la organización COPRODELI, para poneros mas en situación os contare algo de ella: COmunion PRogreso DEsarrollo LIberacion es una O.N.G de carácter religioso que lucha contra la pobreza y la exclusión social en Perú, fundada hace 30 años por el padre Miguel Ranera y aunque nació en el Callao se encuentra en otras ciudades de Perú como Bellavista, Ica y otras zonas. En El Callao, ciudad donde yo he realizado mi voluntariado he podido conocer todas las instalaciones de COPRODELI por sus diferentes zonas y comprobar el gran trabajo que hace por la comunidad con los diferentes clubs de autoayuda, talleres, centros de atención externa, campañas de sensibilización, escuelas deportivas.
Cuando solemos viajar fuera de nuestro país por turismo estamos acostumbrados a ir sorprendidos en el trayecto aeropuerto –hotel por la belleza o singularidad de la ciudad, el ambiente, movimiento, edificios ,etc. sin embargo en este caso al salir del aeropuerto y adentrarme en El Callao la primera impresión fue brutal, se podía percibir la pobreza, edificios bajos y casas de madera amontonadas una sobre otras rodeaban la carretera la cual iba colapsadas de camiones dirección al puerto que se encuentra en El Callao. Esta fue la primera toma de contacto con la realidad que me encontraría aquí.
COPRODELI me proporcionó alojamiento en una hospedería donde se alojan todos los voluntarios. Esta ha sido otra de las grandes suertes de mi voluntariado, dar con estos 7 compañeros que se han convertido en familia. Hemos trabajado codo con codo, nos hemos apoyado en momentos difíciles y hemos disfrutado los buenos. Viajamos por todo el Perú donde conectamos con la naturaleza en su forma más salvaje y con las personas de manera espiritual, pero hablar de ellos y de nuestras vivencias daría para un par de libros, así que continuaré contando mi experiencia profesional.
Si tuviera que describir mi voluntariado a nivel profesional aquí, creo que, la definición mas acertada seria multidisciplinar y a continuación entenderéis el por qué. Como dije antes soy estudiante de derecho, esto quiere decir que soy jurista, experto en leyes, y aunque antes de mi llegada a Perú intenté familiarizarme con el derecho peruano mi conocimiento sobre él era escaso. En mi primera toma de contacto con mis responsables en la O.N.G me di cuenta que mi proyecto en sí, estaba algo incierto, así que conversé con ellos y aunque mi especialidad es la legal yo estaba en Perú para aportar e intentar ayudar fuera en la materia que fuera y era consciente que un voluntariado en el área legal es muy difícil. Mi suerte es que COPRODELI lo forma un gran equipo de profesionales y junto a ellos existía un grupo de cooperantes amplio de psicólogos, educadores sociales y economistas los cuales realizaban diferentes talleres y clubs de salud mental, adulto mayor y niños.
Mi trabajo en el área legal fue en varios ámbitos. Uno de ellos fue en lo referente a la participación ciudadana para la toma de decisiones o al menos para que la ciudadanía exprese sus inquietudes. En grandes proyectos de impacto se deben de realizar talleres participativos donde los dirigentes de las diferentes zonas y asentamientos humanos deben participar. Supuestamente estos dirigentes han asistido a unos talleres de capacitación para tener los recursos y habilidades de realizar su función aunque, esa es la teoría. Digo que esto es teoría porque en la oportunidad que tuve de acudir a un taller de participación ciudadana en el asentamiento humano de Sarita Colonia pude ver la realidad, y ésta era una gran participación e interés de la ciudadanía pero, a la vez, una gran preocupación por las dudas del proyecto, el cual, era la ampliación del aeropuerto internacional Jorge Chávez. El taller participativo se limitó a una gran presentación y puesta en escena por parte de la empresa que realiza la ampliación, la cual está obligada a realizar los talleres participativos. Esta puesta en escena poco decía del proyecto en sí, se limitó más a hablar de ella como compañía y por tanto los abucheos y silbidos no tardaron en sonar y el ambiente de crispación aumentó hasta el punto que tuvieron que detener la presentación para intentar resolver dudas, y la gran duda era ….en caso de tsunami ¿cómo vamos a salir de esta asentamiento que solo tiene una avenida principal que tardamos 45 minutos en recorrer corriendo y encima siempre esta atorada por los camiones del puerto? Pues esa gran duda no tuvo respuesta, se dedicaron a decir que trabajarían en ello y dirigente tras dirigente insistieron en esta cuestión hasta que la crispación llego a niveles altos y la sesión se tuvo que clausurar. Este es simplemente un ejemplo de la falta de concordancia de la esencia de la ley con la plasmación en la realidad.
Otro ámbito legal fue el tema de violencia de género, un tema bastante delicado. La idea inicial era coordinar junto con la psicóloga en COPRODELI, un mecanismo en el cual las mujeres que necesitaran ayuda legal para denunciar algún tipo de violencia de género tuvieran mi ayuda. Pero como digo es un tema delicado y un paso difícil de dar y más en Perú, donde por desgracia la sociedad machista continua aún demasiado arraigada. Teniendo conocimiento de esto decidimos al menos dar la información legal de cuál sería el procedimiento de denuncia, lugares donde las podrían aconsejar, y guiar en un camino difícil. Dimos esta información en algunos talleres que se realizaban de mujeres y así al menos ya disponían de algún medio para actuar.
También pude colaborar en la creación de un curso para emprendedores dotando a éste de la información legal que necesitaban para constituir una empresa o al menos para ser autónomos.
Esto respecto en que se refiere al ámbito legal pero toqué diferentes áreas ya que además de esto acudí de apoyo a colegios con compañeros educadores sociales los cuales, se encontraban impartiendo talleres de derechos y deberes a niños de entre 7 a 13 años.
COPRODELI cuenta con los CAE, centros de atención externa, donde los niños acuden para comer, realizar actividades, recibir educación. Estos CAE se encuentran por diferentes zonas del Callao y tuve la oportunidad de conocerlos y participar en ellos también realizando actividades por las tardes con ellos como son talleres musicales, dinámicas y juegos.
Entre los diferentes talleres y clubs con los que cuenta COPRODELI está el club de salud mental, el cual se realiza una vez a la semana para realizar divertidas dinámicas, fomentar su integración en la comunidad, aumentar sus capacidades emocionales, y que no se sientan abandonados. También tuve la gran suerte de participar en un club de esta índole dirigido por una compañera psicóloga. Es indescriptible la felicidad que radiaba este grupo de personas, su afán por superarse, por colaborar con todas las actividades propuestas, por divertirse, sin dunda un grupo de personas extraordinarias.
Otro club es el de adulto mayor en el cual un grupo de personas mayores de la zona se reúnen una vez a la semana con el fin de relacionarse, de realizar actividades, de merendar juntos y comentar que tal ha ido la semana, algo que parece tan simple pero tan importante para algunas personas que por desgracia en la vida se encuentran solas. Y es magnífico ver como se crea un grupo humano en el cual se apoyan entre ellos, como se divierten, bromean y te hacen sentir uno más de ellos.
Incluso tuve la oportunidad de un día a la semana ir caminando por las calles de las zonas más conflictivas, puerta por puerta tocando e informando de estos talleres y clubs para aquellos que pudieran estar interesados.
Como habéis podido leer participé en diferentes áreas que nada tienen que ver con el área legal , de ahí que piense que mi voluntariado ha sido multidisciplinar, pero creo que, gracias a esto, he crecido como persona , he colaborado y actuado en proyectos y materias que nunca habría tocado en mi especialidad y me siento muy agradecido por ello.
En lo personal tengo que dar las gracias a Perú y su gente, como me abrieron las puertas de sus casas, me contaban sus historias, me mostraban sus lágrimas tras trágicas historias y también sus sonrisas de esperanza e ilusión. Ellos me daban las gracias por estar en Perú ayudando pero la verdad que soy yo el que les tiene que dar las gracias a todos y cada uno de ellos, desde los profesionales de COPRODELI, los ancianos, los niños y a mis compañeros cooperantes, gracias a cada uno de ellos vuelvo a España con la sensación de que esta experiencia cambio mi vida para bien.