top of page

Voluntariado en Maputo, Mozambique

“En África tenemos una palabra, Ubuntu, que refleja el profundo sentimiento africano de que somos humanos sólo a través de la humanidad de otros seres humanos”. Con estas palabras Nelson Mandela nos explicaba una pequeña parte de la idiosincrasia africana, de cómo la solidaridad, la generosidad y la comunidad son valores que están por encima del beneficio personal. De cómo un continente luchador consigue hacer frente a sus infortunios con una máxima, la de ayudar a las otra personas.


Con esto rondando en mi cabeza me iba yo un 22 de agosto camino de vivir una gran experiencia en Maputo, Mozambique. La verdad es que África era un sitio bastante desconocido para mí, del que apenas tenía las ideas que nos venden las películas, los medios de comunicación o las campañas de las grandes organizaciones de ayuda humanitaria. Era ya hora de conocer un poco más sobre ella, y no hay mejor forma de hacerlo que verlo con tus ojos, aunque sea una pequeña parte.


Bairro da Baixa y puente de Catembe.


Con esta inquietud, encuentro el proyecto de urbanismo que lleva acabo Arquitectura Sin Fronteras desde ya hace unos años en la capital de Mozambique Maputo. Mozambique tiene una particularidad que surge del carácter socialista con el que fue fundado hace 43 años tras su independencia de Portugal: la posesión de la tierra está nacionalizada. Es el estado quién gestiona los permisos de su uso, mediante un documento denominado DUAT (Derecho del uso y aprovechamiento del terreno). Por lo general, es un documento que para conseguirlo supone un horror burocrático, y además, casi siempre imposibilitado por la incertidumbre en las limitaciones de la propiedad.


Dentro de este proyecto por tanto se combina tanto el trabajo técnico, como pueden ser levantamientos topográficos de la obra, el diseño de la parcelación, el ordenamiento urbanístico, el planeamiento de ocupación, obras de construcción… con un profundo trabajo social con las familias y los distintos participantes en el mismo proyecto. Esto hace que sea un proyecto sumamente didáctico, ya que no sólo pongo en uso mis conocimientos adquiridos en estos años de estudiante, sino que también mejoro mis habilidades en la parte humana que todo proyecto tiene, en especial los de cooperación.


Visita a las obras


Destacando cosas sobre la vida en una ciudad africana como Maputo, lo primero que me sorprendió es que, siendo una ciudad de casi 2 millones de habitantes, es fácil tropezarte con la misma gente allá en los lugares que frecuentas. En seguida me di cuenta que, a pesar de que vivía en un barrio periférico, mi vida era casi toda en el centro, en la ciudad de cemento, y que tanto por el coste de vida, como por la disponibilidad de viviendas, sólo una pequeña parte de los ciudadanos con más poder adquisitivo, entre ellos personas que trabajan en ONG´s o diplomáticos de embajadas extranjeras, vivía en esta zona. Lo que significaba que la convertía en una pequeña burbuja que poco tenía que ver con el resto del país, incluso el resto de la ciudad.


Creo que en mi corta estancia aquí no fui capaz de procesar mentalmente todo lo que aquí pude experimentar. Me voy con mucho con lo que reflexionar, y con ganas de haber visto mas y entender mejor la realidad que aquí existe. La experiencia aquí ha sido muy beneficiosa para mí y tengo mucho que agradecer a quienes me han dado esta oportunidad. Kanimambo!!



Universidad de Granada
Logo_AACID_positivo_050322.jpg
  • Instagram
  • Facebook
  • Youtube
CICODE(COLOR)_edited.jpg
bottom of page