Soy Isa, estudiante de la UGR. El proyecto de voluntariado internacional en el que participé, Comunidad Inti Wara Yassi (CIWY), se encarga de proteger y permitir una vida digna a aquellos animales provenientes del comercio ilegal o zoologicos.
Para ello, se han creado 3 centros distribuidos po
r Bolivia, uno centrado en felinos, otro en monos y por último otro destinado a felinos que se encuentra en construcción.
En concreto las especies con las que trabaja en Ambue Ari son: coatís, guacamayos, ñandús, tapires, chanchos, ocelotes, pumas, jaguares, monos capuchinos, monos aulladores y monos nocturnos.
A cada uno de estos animales se les realiza un tratamiento personal en función de su vida anterior siempre intentando que el trato sea lo más general posible para que cualquier voluntario pueda desempeñarlo. Para ello, se realiza enriquecimiento favoreciendo el desarrollo de sus instintos primarios. Con estas actividades se pretende cuidar a los animales asegurando la menor presión antrópica, simulando una vida en libertad. Para llevar a cabo la alimentación, se esconde la comida por toda la jaula y se envuelve en lianas u hojas de patujú para favorecer su instinto de cazar; se camina con todos aquellos animales que sea posible y se incluye vegetación en las jaulas para que tengan el mayor contacto posible con su medio natural; y se incluyen esencias o vegetación en las jaulas para estimular el olfato. A los animales solo se les puede dar afecto si ellos te lo piden y nunca se puede utilizar como juguete el cuerpo ni ninguna pertenencia de ningún voluntario para que la vida de los voluntarios no corra peligro.
La experiencia me ha parecido muy enriquecedora y se la recomendaría a cualquier persona. El lugar tiene unas condiciones muy básicas ya que no hay luz, ni agua caliente y los baños son ecológicos. Esta peculiaridad me gustó ya que descubres que la vida no es realmente complicada sin estos lujos, aprendiendo a valorar todo lo que tenemos. Además, estas pequeñas dificultades junto con el vivir en comunidad y habitaciones compartidas mejora la convivencia creando un vínculo mayor. He conocido a gente de Australia, Inglaterra, Holanda, Nueva Zelanda, Suiza, Alemania, Israel, Colombia y Bolivia. Esta experiencia también me ha ayudado a practicar el inglés y conocer nuevas culturas.
El trato con los animales es totalmente gratificante, ya que ellos nos necesitan. A mí me tocó trabajar con una pequeña ocelote de 4 años llamada Lucinda, con un zorro cangrejero llamado Peanut y con los animales de campamento animal: un tapir, dos chanchos, cuatro coatís y un pío.
Van pasando los días y la confianza y el cariño entre tu animal y tú va aumentando poco a poco. Se llega a un nivel de complicidad increíble, de forma que con tan solo una mirada ya sabes cómo va a reaccionar tu animal, cuando de pronto decide escalar un árbol, lanzarse a tus rodillas para jugar contigo o cuando va a intentar cazar algún animal. Sin duda, creo que es precioso que existan este tipo de proyectos brindándote la oportunidad de conocer un nuevo país, ayudando a aquellos que también lo necesitan al otro lado del mundo.

En la actualidad, no se destina una gran cantidad de dinero a la conservación del medioambiente. Este es uno de los campos que sufren los primeros recortes ya que no se le da la importancia que merece. Me parece muy importante que existan organizaciones que se preocupen por la protección de la vida salvaje intentando poner solución a un problema del qué tan solo nosotros somos los culpables.
Por último, me gustaría hablar de la vida en Bolivia. Es la primera vez que he cruzado el Atlántico, de forma que ver las costumbres y forma de vida me ha llamado mucho la atención. El ritmo de vida en este país es mucho más relajado, los horarios son muy flexibles y la gente es muy calmada. Les gustan conservar sus costumbres y tradiciones por lo que se pueden ver muchas cholitas (mujeres que visten diariamente con el traje regional boliviano) tanto en los pueblos como la ciudad. El quechua, aimara y guaraní, son los idiomas propios de las tribus aunque la gente joven solo aprende palabras muy simples en el colegio, pero no saben hablarlo. En general, Bolivia es un país con una cultura y unas costumbres muy arraigadas, caracterizando a su gente y haciendo de su país un lugar precioso.