Soy Nuria, este año he finalizado mis estudios en educación infantil por lo que hacer un voluntariado en Bolivia con niños/as en un internado me parecía una gran forma de aprender y poder transmitir mis conocimientos adquiridos en la carrera.
Fué una gran experiencia y la recomendaría, sin lugar a dudas, a todas las personas, ya que se ha convertido en la mejor experiencia de mi vida. En ella he reído, jugado, escuchado los problemas de los demás y compartido la vida. No sólo se trataba de ayudar en la guardería enseñando o explicando los nuevos métodos que se usaban en España, si no que se trataba de ser una mas, ponerse en el lugar del profesorado y escucharlos, ver cómo viven y a la vez aprender cómo educan ellos también. En el internado había niños/as de todas las edades y cada uno/a tenía sus problemas, algunos de familia, otros propios de adolescentes iguales a los de aquí.
En esta fotografía podemos ver cómo al visitar el pueblo de Orobayaya, de muy pocos habitantes y con muy pocos recursos, los/as niños/as salieron a jugar y solamente con un par de canciones estuvieron toda la tarde jugando y riéndose, sólo con eso me enseñaron que por muy poco que tengan son más felices. Hoy en día los/as niños/as de España no salen a la calle a jugar, se dedican a estar con los móviles, mientras que allí comparten sus vidas y se divierten juntos/as.

Otro de los días que más me marcó, fué el Día de la Independencia de Bolivia. Estuvieron toda una semana preparándose para el gran día, para desfilar, tener listos los uniformes que iban a usar, etc. Y cuando llegó el gran día todos/as estaban en la plaza del pueblo de Bella Vista preparados para desfilar delante de sus familias y amigos. No solo desfilaron los/as niños/as de los colegios, sino también todas las asociaciones que lo habían solicitado, incluidas las personas que forman “el centro de salud”, la guardería, la Fundación en la que estuvimos, etc. Me hicieron ver que valoran lo que tienen y lo que son. Veía como todos/as disfrutaban el momento y lo compartían con los/as demás.
Por último, me gustaría destacar una de las labores más importantes que hace la Fundación Ahoringa Vuelcapeta, que consiste en ayudar a los/as niños/as que salen de la promo (2 de bachiller), que tienen buen expediente y quieren estudiar una carrera universitaria. La Fundación les paga sus estudios, lo que les proporcionan la posibilidad de ser licenciados/as en un lugar en el que es muy difícil debido a que tienen que empezar a trabajar desde la infancia y formar una familia. Al pasar por Trinidad y conocer a los/as universitarios/as ves cómo muchos/as de ellos/as ya han terminado y ahora tienen un buen trabajo, con unas buenas condiciones de empleo y salario, lo que les permite darles más posibilidades de futuro a sus hijos/as.
