Escribo estas líneas en mis últimos días en el Cusco. Mi experiencia de voluntariado ha sido en la Escuela de Gobernabilidad del Centro Guaman Poma de Ayala durante dos meses. Recuerdo el primer día que llegué, era un manojo de nervios, mi mente estaba constantemente diciendo: “que no noten tu blanquitud por favor, ¡deconstrúyete!”. Evidentemente después de dos meses sigo sin estar deconstruida, de hecho, si algo aprendí en esta experiencia es que este proceso será tal vez a lo largo de toda la vida.
Durante el voluntariado he desarrollado principalmente capacitaciones vinculadas a la comunicación, el enfoque de género, las técnicas formativas y la economía de cuidados. Pero realmente lo que ha llenado de sentido mi experiencia ha sido conocer la Ecoescuela de la comunidad de Chinchero, Simataucca 50920. La profesora Pati ha sido la que más me ha enseñado sobre educación ambiental, pero también sobre cooperación. Creo que la visita a este lugar debería ser obligatoria para todas las voluntarias. Por este motivo me involucré en la realización y posproducción del cortometraje “Simataucca 50920”, que ha servido para que la profesora Pati presente el proyecto a un concurso internacional en Argentina y así poder recibir fondos (se trata de una ecoescuela pública que no recibe financiación institucional).
Sin duda alguna me llevo un gran recuerdo de mis compañeras de base de la Escuela de Gobernabilidad, con especial cariño a Betsi, Anani y Vicki con quienes más pude compartir tiempo —aunque no todo el que hubiera deseado—, por ello aprovecho este espacio para volver a darles las gracias por compartir sus saberes. En general todas las mujeres que me he encontrado en este viaje me han enseñado algo. Con todas ellas he desaprendido a situar el género como la mayor opresión de las mujeres, para poder colocar el rural, el ser indígena, la pobreza o la lengua. Esto lo leía antes a través de pensadoras feministas de(s)coloniales, pero gracias a este voluntariado estas reflexiones han atravesado mi cuerpo marcado por el privilegio, por ello le doy las gracias a todas las que han hecho cuestionarme desde mi lugar de enunciación.
