¡Buenas! Mi nombre es Marta, y en este espacio os vengo a contar un poco sobre la organización que durante dos meses ha sido mi casa, “sunu keur”: Hahatay Son Risas de Gandiol. Pero primero de todo me gustaría contextualizaros y contaros un poco del lugar donde se encuentra.
Hahatay y el centro cultural Aminata desde el que se trabajan todos los proyectos, se sitúa en Pilote, uno de los pueblos de los varios que forman Gandiol, una zona rural costera del norte de Senegal. Es por ello que se trata de un lugar en el que sus habitantes se encuentran bastante aislados/as para acceder a ciertos recursos si no cuentan con transporte, caso que suele ser muy común. Era necesario, por tanto, la creación de este tipo de espacios que lucharan por trabajar en estas carencias.
Todo empezó con el retorno de Mamadou Dia a su tierra tras haber conseguido fondos para empezar con el proyecto gracias, entre otras cosas, a la venta de su libro “3052: Persiguiendo un sueño”, en el que cuenta su dura historia de migración a España. Es a partir de 2012 cuando Hahatay se forma y se empiezan a crear iniciativas, siempre con la perspectiva de “del pueblo para el pueblo” y desde un espíritu muy comunitario y acogedor, tal como acostumbra la forma de ser senegalesa.
Actualmente, algunos de los proyectos que están en marcha son los de reciclaje, en los que se hacen recogidas de plástico para su posterior transformación, la construcción de aulas de infantil en distintos pueblos con huerto en cada uno de ellos, de sensibilización respecto a los problemas de salud de las mujeres durante la maternidad, una productora audiovisual, una biblioteca, la organización de un festival (Festival “Taaru Gandiol”) o una radio comunitaria.
Yo he tenido el placer de trabajar en el proyecto que hace funcionar esta última, la radio comunitaria Gëm Sunu Bopp “Creyendo en nosotros”, formada por Moussa Boye como técnico de sonido, Modou Diop como coordinador de comunicación y Ndeye Fatou Ka como directora de la radio. En ella se tratan (en wolof) temas que interesan a la población gandiolesa y que tal vez no están tan presentes en los medios convencionales, los privados y públicos, que responden más a influencias económicas y políticas. Algunos de ellos son: la historia de Gandiol, la actualidad respecto a economía, política y sociedad, salud en general, y de las mujeres cuando son madres y sus bebés… además de hablar de las mismas actividades del centro cultural Aminata para darlas a conocer e informar al público sobre ellas.

Graffiti en el Centro Cultural Aminata durante una actividad del festival de arte urbano de Saint Louis “Ndar Urban Week”.
La impresión que me ha quedado tras estos dos meses es que una de las cosas más importantes de Hahatay es su compromiso de realizar todo desde la importancia de lo local, incentivando la participación comunitaria para que los proyectos sean de y por la gente a la que está dirigida. También en cómo poco a poco es posible crear una conciencia sobre la realidad social, política, económica… (con el proyecto de la radio comunitaria entre otros) que forme jóvenes críticos y críticas para que sigan compartiendo y creando desde el día a día con el fin de parar desde el propio sur la tendencia a la reproducción de las dinámicas del norte, y con ello el éxodo hacia Europa que a su vez ha provocado.
Mi experiencia ha sido excepcional sin duda y me voy sorprendida con que cosas así puedan ser posibles, pensando en que las dinámicas desde lo comunitario son sin duda la respuesta a muchas cuestiones, tanto de los “sures” como de los “nortes”, para trabajar las problemáticas a las que nos enfrentamos en la actualidad.