¡Hola! Me llamó María y este año realicé un voluntariado a Honduras durante un mes y medio con ACOES (Asociación Colaboración y Esfuerzo).
Me remito al antes con el grupo de debate y formación en cooperación al desarrollo, destacando las ganas de embarcarnos en esta aventura, las ganas de buscar esas relaciones de igualdad, de compromiso, de querer hacer, de apertura, el cuestionándonos todo lo relativo a las relaciones sur-norte, a nuestra actuación como voluntarios/as y, sobre todo, a las diferentes formas de serlo, destacando la escucha activa como medio y el dinamismo como actuación.
Lo cierto es que mi maleta iba llena de prejuicios (aún sin yo quererlo) y con todo lo que supone el tener una madre que pensaba que no iba a volver entera a casa y que me proponía mil y un planes antes de que me fuera para allá. Porque… ¿Qué es lo primero que pensáis cuando os nombran Honduras? ¿Pensáis en el café?, ¿en las baleadas? ¿En la infinidad de su vegetación? O sin embargo, ¿pensáis en pobreza, en las pandillas, en delincuencia y todo lo que los medios de comunicación se encargan en mostrarnos?.
ACOES no era algo nuevo para mí, ya que años atrás conocí a varios hondureños/as que venían de esta asociación, teniendo la oportunidad de convivir con ellos/as durante un año, entre ellos/as; Samuel, Auxi y Elves. Por lo que me reencontraba con ellos/as después de mucho tiempo.

El durante… ¡qué decir del durante! Todo es mucho más fácil de lo que habías pensando y das gracias porque tu ilusión y las ganas de salir de la zona de confort valgan más que los meros comentarios que te puedan hacer antes de irte. Y es que la realidad de un país, de una sociedad y de una cultura solo la puedes conocer viviéndola.
Gracias a todas las personas voluntarias de ACOES por mostrarnos la realidad de una población con ganas de formarse, de vivir, de ayudar y compartir. Tuve la oportunidad de participar en tres de sus casi 50 proyectos, a cual más impresionante y a cual con más repercusión en la sociedad.

Ya han pasado tres meses desde que volví y la verdad es que no sé si volví entera, ya que estoy segura que alguna que otra parte de mí siempre permanecerá allí, junto a personas y lugares, ¿quién diría que ese choque cultural del que tanto te advirtieron, es más fuerte cuando vuelves? En mi opinión, las ‘’sociedades del norte’’, tenemos mucho de lo que aprender y, como siempre, al final es el voluntariado quién te hace a ti y, aunque suene muy repetitivo, recibes mucho más de lo que das.
Agradecida a Honduras y sobre todo a ACOES por dame la oportunidad de conocer, de aprender, de transformarme, de aportar y de querer. También al CICODE, por esa ayuda que hace que quienes estamos contando nuestra experiencia en este blog, podamos vivirla en nuestras propias carnes.