¡Hola! Soy Carmen aunque siempre me llaman Taca, incluido en este voluntariado en el que en la lengua local significaba “basura”. Empezamos bien, ¿verdad?
Este verano decidí embarcarme en una nueva experiencia, un nuevo país y una nueva cultura, y todo esto gracias a la beca del CICODE. Elegí pasar mis últimas 6 semanas de las vacaciones de verano en Moshi una ciudad al pie del monte Kilimanjaro, allí trabajé con una pequeña ONG llamada TATU Project, en concreto en el programa AFYA (salud) como cordinadora junto a mis compañeras David y Melinda del proyecto Kucheza ni Afya (“jugar es salud”).
Nuestros objetivos eran crear herramientas para que el profesorado mejorara sus conocimientos y habilidades relacionadas con el deporte y la impartición de este. La sostenibilidad era uno de los pilares fundamentales de cualquiera de nuestros proyectos, lo que significaba que esta ONG quería que sus proyecto puediesen perdurar sin dependencia.
David y yo creando vallas de PVC (material asequible, duradero y fácil de encontrar) para la práctica de atletismo.
Esta idea me hizo reflexionar sobre las maneras de abordar los problemas, en la dependecia que muchas ONG han causado a lo largo de la historia y en cómo toda esta tendencia cambiaba y progresaba. En resumen, esta experiencia me ha ayudado a crear un pensamiento más crítico sobre la labor de una ONG y mi visión como blanca occidental con todos mis privilegios.
Sin duda, me encantaría volver a formar parte de proyectos como este en cualquier parte del mundo.
Merecen la pena.