top of page

Realidades del flujo migratorio venezolano hacia Colombia:

Confluencia de realidades opuestas con desenlace semejante



La cifra de migrantes venezolanos desplazados a Colombia se situaba en enero de 2021 por encima de 1.7 millones de personas. Este número se incrementa a diario, ya que, a pesar de que la frontera entre Colombia y Venezuela permanece cerrada, la necesidad deriva en que las llegadas se sigan produciendo, aunque este colectivo se vea empujado a hacerlo a través de vías irregulares.


Las diferentes lecturas acerca de los motivos por los que el país se encuentra sumergido en esta profunda crisis son numerosas: personas que culpan a Maduro y al comunismo de lo que acontece al país, otros muchos que se agarran a la teoría de que la falta de recursos en Venezuela se debe al bloqueo existente por parte de otros países (en especial Estados Unidos), debido a que no admiten que haya un país que intente imponer un sistema económico diverso al capitalismo… Sea cual sea la causa, algo innegable es la realidad por la que pasan los venezolanos que se ven forzados a salir del país donde crecieron, y del que nunca quisieron irse.

Colombia se ha convertido en el principal país de acogida para aquellos venezolanos que buscan refugio. Pero, cabe remarcar que la migración es un flujo cambiante e intermitente, y que aquella sociedad que hoy ejerce de país de acogida, hace unas décadas se encontraba en una situación opuesta.

A partir de los años 50 (alcanzando su “boom” en la década de los 70), fueron los colombianos los que emigraron a Venezuela con el objetivo de mejorar su calidad de vida.


En estos días, en los que la necesidad cambia de lado, el pasado queda en el olvido y el discurso de odio se cuela entre una parte de la población colombiana para tildar de delincuentes y vagos a aquellos que vienen en busca de un futuro mejor para ellos y sus hijos.


Estos estereotipos mencionados son los que hemos intentado desmentir con nuestro trabajo.

A través de una serie de entrevistas a migrantes venezolanos, hemos podido conocer sus historias de vida, poniendo especial énfasis en las dificultades a las que se han enfrentado a lo largo del proceso migratorio, pero sobre todo en sus motivaciones y expectativas futuras.

Es a través de este trabajo donde nos damos cuenta que, por muy diferente que sea cada historia personal, la gran mayoría de venezolanos han abandonado su país en contra de su voluntad, ante la falta de recursos. Y que su objetivo en Colombia es trabajar y garantizar cierta estabilidad para ellos y sus hijos. Y si el día de mañana tienen la oportunidad de regresar, lo harán sin pensarlo dos veces.






Considero que es necesario mostrar esta mirada de lo que acontece a Venezuela, dejando a un lado un tratamiento sesgado por ideales políticos (el que nos encontramos en los medios de comunicación y partidos políticos españoles) y prestando atención a los verdaderos perjudicados: los ciudadanos. Es por ello por lo que he decidido dedicar mi voluntariado en Colombia a intentar dar voz a aquellos que no suelen tenerla, y a intentar visibilizar algunas de las dificultades de los más de seis millones de venezolanos que han dejado ya su país, el mayor éxodo en la historia reciente de Sudamérica. Y cómo este drama se ve obligado a confluir con las tasas de pobreza existentes en países como Colombia, donde la cifra se situaba en un 42,5 % en 2020, según los datos extraídos del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE)


No me gustaría finalizar este artículo sin mencionar aquello que me ha enseñado Colombia y que considero importante que absorbamos en Europa. El pueblo colombiano me ha dado una lección en lo que concierne a implicación y activismo político-social, me ha mostrado la fuerza de la solidaridad entre iguales, y me ha enseñado lo que supone resistir ante la adversidad, patente en la lucha diaria de millones de colombianos.

Concluyo agradeciendo al CICODE la oportunidad que me ha brindado el Voluntariado Internacional, ya que he podido conocer realidades hasta ahora ajenas, he podido definir con mayor exactitud mi orientación profesional, y sobre todo he podido experimentar el tan necesario y transformador choque cultural.


Francisco Javier Molina Ibáñez

Comentários


Universidad de Granada
Logo_AACID_positivo_050322.jpg
  • Instagram
  • Facebook
  • Youtube
CICODE(COLOR)_edited.jpg
bottom of page