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Antes de marchar a los Andes Peruanos…

La idea que persigue esta entrada es la de contextualizar la labor que las organizaciones realizan en los andes Peruanos con el fin de facilitar una visión general a las personas que vayan a realizar labores allí y dar ideas de que aspectos se trabajan y cómo hacerlo.


Nos centraremos en la zona central andina del Perú. Su altitud oscila entre los 2571 y 4550 metros de altitud. Por lo que es importante tener en cuenta la respiración y temperaturas en la zona. La provincia de Angaraes está situada al sureste del departamento de Huancavelica.


La principal actividad económica de esta región es la agricultura (hortalizas en su mayoría) y ganadería familiar (alpacas, llamas, ovejas y vacas). El problema que aparece en estas actividades es el bajo nivel de producción y especialización. Debido a esto, la producción va destinada principalmente al autoconsumo. Son pocas las familias que acceden al mercado con sus productos, la mayoría utilizan el trueque con el resto de personas de su comunidad para acceder a aquellos que no poseen. Un aspecto a destacar es la labor diaria de las mujeres en estas tareas agrícolas y ganaderas, quedan feminizadas ya que la mayor parte del tiempo son mujeres las que se encargan de ellas.


Haciendo referencia al aspecto educativo, no se pueden dar tan buenas noticias. Más de la mitad de las mujeres productoras son analfabetas. En la mayoría de los casos no saben leer ni escribir (ni castellano ni quechua) y muchas otras solo pueden expresarse verbalmente en quechua. Una pequeña parte de las mujeres termina la primaria y, de esta ínfima parte muy pocas acceden a una educación superior. Aún así es importante añadir, que este analfabetismo no impide que estas mujeres se organicen y en muchos casos lleguen a ser lideresas de sus comunidades.


También son numerosos los casos de violencia de género. En la mayoría de los casos se trata de violencia familiar y en muchas ocasiones son a niñas menores por parte de miembros de la misma familia.

  • Barreras de género

El perfil social de las mujeres – La mayoría de ellas tienen pareja y se encuentran casadas o conviven con ella. Una pequeña proporción son madres solteras, separadas o viudas. Es muy inusual encontrar el perfil de mujer soltera y sin hijos ni pareja ya que una parte importante de esta cultura es la búsqueda del enamorado y la familia. Con respecto a la homosexualidad, es un tema completamente tabú, es extraño encontrar a una persona que acepte y viva su vida de pareja abiertamente.


La gran parte de las mujeres abandonan sus estudios a edad temprana para participar en las labores del campo o del ganado y ayudar en las labores del hogar y cuidado del resto de hermanos (familias muy extensas). Muy pocas acceden a estudios superiores.


La estructura del tiempo de las mujeres está basada (culturalmente) en la idea de que el principal espacio de desempeño de las mujeres es el hogar y el cuidado de la tierra y el ganado, por ello la asociación con los bajos niveles de estudio y el mínimo desarrollo en habilidades sociales.


“… a los varones les daban prioridad en los estudios, las mujeres hacíamos las tareas de la casa, trabajo en la chacra, pastoreo, nuestros papás nos decían que eso debíamos hacer porque era lo que hacían las mujeres…”.




Poco a poco las mujeres han ido asociándose y aumentando su participación en las organizaciones sociales locales. Esto ha ido generando en ellas una perspectiva colectiva de sus necesidades como mujeres y también una visión de las necesidades a nivel comunitario. Así se van comprometiendo a trabajar y luchar por mejorar las condiciones de pobreza de los espacios donde viven. Les motiva el deseo de contribuir al cambio y desarrollo de su comunidad, el deseo de aprender y su autorealización personal.


“ … Los demás te ven mal cuando opinas, por eso pocas mujeres participamos con opinión, por temor a equivocarnos o por miedo a hablar”




Para la reducción de la brecha de género, se trabaja en torno a tres aspectos principales: La inclusión política, económica y social.


Para trabajar la inclusión política se fomentan las organizaciones sociales de mujeres para que participen en la gestión local y aumenten su incidencia política a nivel de su comunidad o distrito. A través de estas organizaciones pueden expresar demandas y realizar propuestas acordes con sus necesidades. Las actividades que se pueden llevar a cabo para ello pueden ser, por ejemplo, la creación de un libro de actas comunal (conlleva reuniones para su sostenibilidad en el tiempo, actualización etc) o las elaboración de planes de trabajo a partir de este.


Para el trabajo de la inclusión económica se orientan las actividades a mejorar los recursos e instrumentos de las actividades productivas. Esto tiene como consecuencia directa la mejora de sus ingresos económicos familiares y la toma de decisiones sobre su uso (independencia económica). Para ello se pueden realizar talleres de formación para sistemas de riego, prevención de plagas, enfermedades comunes del ganado, talleres de siembra…


El aspecto de la inclusión social aparece relacionado con la inclusión política y los procesos organizacionales. Esto fomenta el empoderamiento y la independencia de la mujer. Se puede trabajar con las instuciones públicas y privadas para incorporar talleres para la prevención de la violencia, formación de los menores en los centros educativos… Normalmente, es muy positivo trabajar en conjunto con los establecimientos de salud, de manera que ellos puedan dar la voz de alarma o apoyar a la mujer en el caso de sospecha o existencia de violencia de género.


A su vez también se considera la mejora de las mujeres en su condición educativa mediante programas de alfabetización y controles de asistencia de menores al centro escolar. Importante la formación de agentes alfabetizadores en las zonas rurales ya que, debido a las largas y complicadas distancias, en muchas ocasiones, se pierde el interés por el desarrollo educativo. Es importante que mediante la organización se muestren los logros de las mujeres para que los varones puedan apreciarlos y sensibilizarlos a su vez.


El trabajo con género en Perú es muy importante, ya que las mujeres forman el sustento principal de estas sociedades, caracterizadas por la existencia de fuertes corrientes machistas. Debido a distintos aspectos culturales (religión muy fuerte y costumbres demasiado arraigadas) es complejo en muchas ocasiones trabajar para la eliminación de la brecha de género pero es una labor indispensable.

Universidad de Granada
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