Cada año miles de subsaharianos llegan hasta Tánger con la esperanza de cruzar hacia la ansiada Europa, un sueño que se convierte en pesadilla desde que salen de sus países hasta llegar a su destino, que nunca se sabe cuál será.

La ONG española Mujeres en Zona de Conflicto (MZC), cuyo ratio de acción se extiende por todo el norte de Marruecos, es una de las organizaciones que lucha por mejorar la calidad de estas personas, ya que se encuentran en un grave caso de vulnerabilidad, sin ninguna de las necesidades básicas cubiertas y abandonados por todos.
A través de un programa de ayuda humanitaria financiado por la AEXCID, Agencia Extremeña de Cooperación Internacional al Desarrollo, MZC ha podido dar una gran cobertura a las necesidades de este colectivo, con especial incidencia en mujeres y niños menores de 4 años por ser los colectivos con mayor riesgo y vulnerabilidad.

Con la apertura de un centro en el barrio tangerino de Mesnana, uno de los centros de condensación de población subsahariana y uno de los barrios más pobres de la ciudad, se ha iniciado un proceso en el que he podido ser partícipe y que se ha centrado en la mejora de las condiciones de salud básica general, salud sexual y reproductiva, condiciones psicosociales, integración en la comunidad y reducción de la mendicidad de los niños con la apertura de una guardería gratuita.


De esta manera, cada semana en el centro los niños, tanto marroquíes como subsaharianos, pueden asistir a la guardería donde aprenden a leer y a escribir, además de jugar y socializar y donde reciben comida y asistencia.
Se realiza también un reparto de leche, pañales y cereales para los niños desnutridos de hasta 4 años, así como un reparto de paquetes de comida unifamiliares con muchos alimentos básicos y saludables.
Además un médico y una enfermera les atienden gratuitamente dos veces por semana, con un dispensario de medicamentos que, igualmente de forma gratuita, se receta a los pacientes que lo necesiten.

En el proyecto también se ha planteado mejorar la capacidad de este colectivo para enfrentarse a la difícil situación en la que se encuentran, por lo que reciben diversas formaciones para empoderarlos y que puedan aspirar a una vida mejor.

Se ofrecen talleres gratuitos en Salud Sexual y Reproductiva, formación jurídica, cursos de idiomas (español e inglés) y alfabetización, siendo esta última imprescindible dado el alto porcentaje de personas analfabetas entre la población subsahariana.
Gracias a este proyecto, miles de personas han recibido ayuda y su paso por esta ciudad, a veces fugaz, a veces casi eterno ha podido ser más llevadero.
En cuanto a lo que ha supuesto para mí personalmente, las palabras se quedan cortas, no solo profesionalmente he crecido inmensamente como trabajadora, sino que he podido descubrir una realidad a la que la mayoría de los europeos nos es ajena. Conocer a personas que se han hecho 12000 km a pie hasta llegar aquí, mujeres forzadas a prostituirse, personas y niños que no tienen nada para comer es, sin duda, una de las experiencias, desgraciadamente, más impactantes y enriquecedoras de mi vida.
Conocer cómo funciona una ONG de verdad, participar en los proyectos, tener responsabilidades, recibir formación, formar parte de un equipo, sumar positivamente a una situación y sentirse realizada son algunas de las cosas que he podido vivir gracias a este programa, al cual estaré eternamente agradecida.
Raquel María Parejo Rey
Programa CICODE 2018
Destino: Marruecos
