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Las Redes de Defensoras de Derechos Humanos, semillas de cambio en la América Central

La Iniciativa Mesoamericana de Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras) es una articulación de redes de defensoras de derechos humanos de los territorios de la América Central: Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Honduras y México. Nace en 2010 con el fin de dar una respuesta integral y regional al aumento de ataques a las defensoras de derechos humanos en estas regiones.

La IM-Defensoras busca fortalecer y vincular a defensoras que participan en distintas organizaciones y movimientos sociales para mejorar las redes de protección y solidaridad entre ellas, aumentando así su visibilidad, reconocimiento y el impacto de su trabajo por los derechos humanos.

Desde 2012, la IM-Defensoras brinda apoyo a diferentes colectivos de mujeres que integran esta red. Mujeres que resisten a graves crisis sociales y políticas, que luchan contra un sistema opresor que penaliza el aborto, que arriesgan su vida ante la presión y amenazas de empresas multinacionales y extractivistas por la defensa del territorio, y que denuncian crímenes de odio contra la comunidad LGTBI.

Una de los principios de la IM-Defensoras es la Protección Integral Feminista (PIF), una alternativa para la seguridad de las mujeres defensoras y su autocuidado. Como ya hemos comentado antes, estas mujeres sufren una doble discriminación tanto por el hecho de ser mujer como por ser defensoras. Viven sometidas a violencias y amenazas ya sea dentro de sus propias comunidades, familias, o por otros actores como las empresas privadas o empresas extractivistas que actúan de manera voraz en los territorios latinoamericanos.

Ante este panorama, se necesita una protección que asegure el bienestar de estas mujeres de manera integral, teniendo en cuenta el contexto en el que viven y sus necesidades. Por esto, desde la IM-Defensoras, se apuesta por un modelo de protección integral con perspectiva de género ya que al arriesgado trabajo que realizan las mujeres defensoras se les añade el hecho de la propia discriminación por ser mujeres. Esta protección busca generar una red social fuerte que reconozca la labor y el riesgo al que están expuestas estas mujeres y se les brinden los recursos necesarios para su protección.

La Protección Integral Feminista se articula en tres componentes: la seguridad física, la seguridad digital, y el autocuidado, cuidado colectivo y sanación. De manera integral, se busca desmontar los mecanismos que la violencia ejerce sobre las mujeres en el ámbito personal y colectivo. Poner en el centro de la vida el autocuidado y el cuidado colectivo en este sistema capitalista y patriarcal, implica un acto de resistencia y rebeldía.

Para los procesos de sanación de mujeres que integran la red, la IM-Defensoras cuenta además con “casas de respiro sanación”, como la Serena en México. En estos espacios, la vida y el cuidado a las mujeres están en el centro; se llega en un proceso de introspección que permite a las mujeres sanar sus heridas. Se les brinda a las mujeres la oportunidad de conectar con una misma, compartir y relacionarse con otras compañeras defensoras de otros lugares, y aprender técnicas de autocuidado para aplicarlas después en sus territorios.

Una de las organizaciones que impulsa y apoya esta iniciativa en El Salvador es La Colectiva Feminista para el Desarrollo Local (CFDL). La CFDL es una organización que busca fortalecer la autonomía y la capacidad de transformación de las mujeres desde sus realidades territoriales y locales.

La actuación de La Colectiva se basa en los principios de sororidad, laicidad, autocuido, igualdad, y autonomía. Así mismo, su trabajo se enmarca dentro de 7 ejes principales: derechos sexuales y reproductivos, promoción de una vida libre de violencia para las mujeres y seguridad ciudadana, empoderamiento y autonomía económica de las mujeres, feminismo y justicia ambiental, participación ciudadana y política para la igualdad, municipalismo y gobernabilidad democrática local, y, haciendo referencia al término que nos concierne, protección integral para defensoras de derechos humanos.

La CFDL trabaja para la construcción de alternativas de protección integral, para prevenir y responder ante situaciones de violencia que enfrenten las defensoras como consecuencia de sus luchas.

La red salvadoreña de defensoras de derechos humanos está dividida según los territorios de actuación: Red Metropolitana, Red de Occidente, Red de Cuscatlán, Red de Oriente, y Red del Norte.

Tanto La Colectiva como la IM-Defensoras tienen presencia en el departamento de Morazán, el departamento con los índices de violencia hacia la mujer más altos en el Salvador; por eso es tan importante el papel de estas mujeres defensoras como respuesta comunitaria a los elevados índices.

La Red de Morazán ha sido una de las últimas en crearse y forma parte de la Red de Defensoras de Derechos Humanos de Oriente. Nace con el apoyo de la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local, con el objetivo de visibilizar y apoyar a las mujeres que luchan por los derechos humanos, más concretamente, por los derechos de la mujer.

Actualmente, en el marco del proyecto “Fortalecimiento de las Capacidades de Redes de Mujeres e Instituciones Públicas para dar Respuesta a la Violencia de Género en el Ámbito Público y Privado en el Departamento de Morazán”, se ha realizado una sistematización para identificar y visibilizar a las mujeres que ejercen la labor de defensoras en el departamento de Morazán. Este proyecto se puso en marcha en abril de 2019 y está financiado por la Agencia Andaluza de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AACID), Fundación para la Cooperación, APY solidaridad en Acción y está siendo ejecutado por la Colectiva Feminista para el Desarrollo Local. (CFDL).

La sistematización conllevó a un recorrido por los 26 municipios del departamento de Morazán, obteniendo como resultado final 25 mujeres inscritas como defensoras de derechos humanos. La información se obtuvo a través de las diferentes instituciones que trabajan en el departamento y entrevistas a lideresas comunitarias.

En el departamento hay distintas formas de discriminación y ataques a las defensoras, pero es un tanto difícil visualizarlos ya que ni siquiera las defensoras lo asumen como tal. Además, dado que es un departamento casi en un 80% rural, las costumbres y tradiciones, sobre todo religiosas, se anteponen a veces a la acción de defensa.

La red de defensoras se ha ido convirtiendo en un espacio en el que las mujeres lideresas pueden sentir confianza, seguridad y empoderamiento. Gracias a esta red encontramos a mujeres organizadas y comprometidas en la lucha por el derecho a defender derechos. Además, ha fortalecido la sororidad entre estas mujeres y a llevar como consigna el grito de “las redes salvan vidas”.

“Cuidarnos a nosotras y cuidarnos entre nosotras nos permite enfrentar la violencia machista y también deconstruir los mandatos de género, avanzar hacia la igualdad sustantiva tanto en nuestras familias como en nuestros movimientos sociales, y contribuir a la construcción de un nuevo tejido social capaz de pugnar por Estados que garanticen la vigencia y ejercicio de los derechos humanos”. IM-Defensoras.

Universidad de Granada
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