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La educación rural en Honduras: entre el olvido y la exclusión

Tania Barreiro Torregrosa

Honduras: realidad social y contexto

La república de Honduras se sitúa como el país más pobre de Centroamérica, solo por detrás de Haití. Su población es aproximadamente de nueve millones y medio de habitantes, de los cuales, un 54% vive por debajo del umbral de la pobreza, siendo también muy elevado el índice de población que vive en extrema pobreza. A esto, se le añade los altos índices de analfabetismo, inseguridad alimentaria y dificultad de acceso al agua potable. El país se caracteriza por unas altas tasas de violencia, concretamente las más altas tasas de feminicidios de toda la región latinoamericana (Mahtani, 2023) así como de extorsión, pandillas y narcotráfico, que obligan a desplazamientos internos forzados a sus habitantes.



Foto 1: Mapa de los departamentos de Honduras realizado por el alumnado de la Escuela San Francisco de Asís


La educación en Honduras: cada vez más en riesgo

El índice de analfabetismo en Honduras destaca por sus alarmantes cifras a lo largo de los años. Si bien es cierto, que en las últimas décadas el número de personas alfabetizadas ha aumentado, las tasas de analfabetismo, de acuerdo los últimos estudios oficiales del INE (2021), tasan que un 12% de la población mayor de 15 años no saben leer ni escribir. Una tasa que se triplica dentro del ámbito urbano, que pasa de un 6,8% en el área urbana a un 18,9% en el ámbito rural. En ambas áreas, las tasas de analfabetismo son mayores para mujeres que para varones.

La situación de la educación en Centroamérica siempre ha sido preocupante, pero a esto se le añade fenómenos como la privatización y mercantilización del sistema educativo, que se añade como otro desafío de la escuela pública. Además de esto, la zona del llamado Triángulo Norte, del que Honduras forma parte, se caracteriza por la grave afectación que sufre de los desastres naturales, tanto climatológicos, como fuertes tormentas tropicales y/o huracanes, o sanitarios, al que se añade la reciente crisis de la Covid-19.

Foto 2: Ejemplo escuela el ámbito rural. Fuente: HONDUDIARIO.


El total de la población hondureña se sitúa entrono a los 8 millones de habitantes, de los cuales, de acuerdo con los últimos estudios del INE, casi 4 millones pertenecen a la población rural, es decir, casi la mitad de la población. Si bien es cierto que es un país de ingresos bajos, marcado y surcado por la pobreza, esta se concentra aún más dentro del ámbito rural. Un 36% de la población del país vive en situación de extrema pobreza, que se incrementa a un 50% en el ámbito rural (FIDA).

De las comunidades que pertenecen al ámbito rural, una gran parte están dispersas, con bajas cifras de habitantes y separadas entre sí, bien sea por la propia distancia, o por el difícil acceso a las mismas (falta de carreteras y vías de acceso, marcadas cuestas y pendientes, hundimientos, etc.). Estas condiciones, hacen que el ámbito rural quede todavía más condenado al abandono, además de gravemente invisibilizado, desde el propio momento en que no forman parte ni de los mapas geográficos del país, tampoco puede existir una conciencia local sobre las condiciones. Por ellos, la mayoría de las comunidades tienen en común el limitado o inexistente a veces acceso a servicios tan básicos como puede ser el agua o saneamiento.

Con esta situación general, no es difícil imaginar cómo es la realidad de la educación en las comunidades rurales. En ellas, entran en contacto distintas realidades como la falta de recursos educativos, tanto en lo que respecta a lo material, pues no existen las escuelas suficientes y en muchos casos, cuando las hay, una gran parte del alumnado al que se destinan siguen sin poder acceder por la dificultad de acceso o las distancias, como que se encuentran ante el problema del profesorado: un gran parte de los profesores de las escuelas rural pertenecen a las propias comunidades y no tienen una formación específica, en muchos casos, son simplemente personas que saben leer y escribir y transmiten todos los conocimientos que pueden a las nuevas generaciones.

Teniendo en cuenta estas condiciones generales, no es de extrañar las cifras de analfabetismo. Ante esto, se han llevado a cabo diferentes proyectos que luchan por paliar en la medida de lo posible las consecuencias de este problema social, siempre acompañado de un olvido institucional. Principalmente, han sido proyectos llevados a cabo por ONG o entidades sociales. Es de destacar el programa creado en la década de los 90 “El instituto hondureño de educación por radio” (IHER), que, como respuesta a las altas tasas de analfabetismo y deserción escolar, buscó llevar en la manera de lo posible la educación a los hogares que más inaccesible tenían el acceso a la escuela. Sin embargo, en muchos de estas viviendas, la radio o la conexión a la misma no existían, se mantenía la falta de personal docente formado y también los materiales básicos.


ACOES: por y para la educación

Ante esta situación, la ONG ACOES actúa desde hace años con su proyecto “Maestro en Casa”, el cual estuvo en su momento, vinculado con el IHER. Este proyecto trabaja por llevar la educación a las zonas más inaccesibles, pudiendo aumentar el número de matriculados y lucha también, por la mejora integral de las comunidades rurales.

Las acciones llevadas a cabo por este proyecto son variadas, entre ellas destaca:

  • Construcción de escuelas. Gracias a las donaciones y la financiación recibida, en muchos casos de ayuntamientos de diferentes provincias españolas, se ha llevado a cabo la construcción total de aulas, escuelas y centros escolares en pequeñas comunidades donde, en caso de no haber este recurso, las generaciones serían perpetuadas a la falta de educación. Además de la construcción de las escuelas, se gestiona en la medida de lo posible la construcción de fosas séptimas o sanitarios cercanas a las mismas, junto con la donación del material necesario (tanto mobiliario, como libros y materiales básicos educativos) y el profesorado.



Foto 3 y 4: Proceso de construcción de escuela de ACOES en el pueblo de Santa Elena.

  • Salidas a comunidades. Casi todos los fines de semana se realizan salidas a distintas comunidades donde el proyecto Maestro en Casa tiene escuelas o donde apoya la educación. En estas salidas, se aprovecha para llevar material en caso de que sea necesario y también se realizan talleres, charlas y seminarios para llevar a cabo en las comunidades. Estos pueden ser destinado tanto a alumnos de la comunidad, padres y/o profesores, con temáticas variadas en función de la demanda y las necesidades.


Foto 5: Salida a comunidad donde se entregaron las sillas y se realizó un seguimiento del proyecto Becas San Miguel, en el que los niños y niñas becados, escribían reportes a sus respectivas madrinas y padrinos.


Las y los jóvenes de las comunidades que quieran seguir estudiando y hayan formado parte de proyecto de Maestro en Casa, pueden solicitar ser becados por ACOES para continuar sus estudios. Para esto, en la mayoría de los casos se trasladan de sus comunidades a la ciudad principal (Tegucigalpa), donde la asociación les da el apoyo básico para que puedan continuar sus estudios. Además, en muchas ocasiones antes de que empiece el periodo escolar, desde ACOES se reciben jóvenes a las casas para que durante unas semanas puedan recibir unas jornadas intensivas de formación antes de empezar en los institutos, pues el nivel de base con el que salen de las comunidades es muy bajo.

Foto 6: Cargamento de camión con materiales en el Centro de Capacitación Juvenil


El propio proyecto de Maestro en Casa está compuesto por personas voluntarias de la ONG, tanto las personas que recibe desde España como los jóvenes hondureños que colaboran con ACOES. Por esto, el voluntariado puede aportar en este proyecto al tiempo que se desarrollan y aprenden en diferentes ámbitos, contando después con experiencia en el diseño e implementación de talleres, seguimiento de proyectos, gestión de personal, etc.


Foto 7: Reunión motivacional con madres y padres de comunidad rural.


Situación post-covid: el impacto de la crisis sanitaria en una sociedad ya en crisis

Siendo la situación de pandemia por la covid-19 uno de los retos más grandes vividos por las sociedades actuales, en el ámbito educativo ha sido un reto constante de innovación docente para poder adaptarse a la situación con nuevas metodologías. Este reto crece en un país como es Honduras, donde el sistema educativo ya frágil per se, se enfrentó a la paralización total, en la que entraron el juego la falta de familiarización del cuerpo docente con las nuevas tecnologías y la falta de acceso a estas por parte del estudiantado.

Basta con recurrir a los datos del INE (2019) donde se refleja que, de la población total, solamente un 16,6% cuenta con acceso a Internet en sus hogares dentro del área urbana, el acceso a nuevas tecnologías en el ámbito rural se reduce a un 1,9% (Mejía, 2021). Son un total de 2,6 millones de niños y niña en edad escolar los que no acuden a las escuelas antes de la pandemia, cifra que debió de ser engrosada post-covid.

La migración de lo presencial a lo online fue un proceso necesario pero que, excluyó del derecho básico a la educación a un gran número de alumnos. Así y todo, aunque este traspaso a lo online fue una medida que debería de haberse tomado, los más rápidos en actuar fueron las universidades y los centros de educación privada, mientras que el grueso de la educación quedó rezagado… olvidado y excluido.

El hecho de que se tomen las mismas medidas y un mismo protocolo educativo para ambas vertientes, tanto para el ámbito rural como para el urbano, deja en clara evidencia que no están adaptados al contexto correspondiente. De los datos que existen, se registra que desde 2020, 600 mil niños y niñas han abandonado el sistema educativo (Burgos, 2022), lo que tendrá unas graves consecuencias en su futuro y calidad de vida, así como unas consecuencias generales a nivel social, incrementando la vulnerabilidad y riesgo de exclusión.


Bibliografía

Burgos, J. (2022, 19 enero). Deserción escolar amenaza futuro de más de 600 mil niños y niñas en Honduras. Criterio HN. https://criterio.hn/desercion-escolar-amenaza-futuro-de-mas-de-600-mil-ninos-y-ninas-en-honduras/

Instituto Nacional de Estadística (2021). Indicadores de educación. Recuperado de: https://www.ine.gob.hn/V3/2022/03/31/indicadores-de-educacion/

Mahtania, N. (2023, 15 de enero). El país que solo acumula las cifras de muertas. El País. https://elpais.com/opinion/2023-01-15/el-pais-que-solo-acumula-las-cifras-de-muertas.html

Mejía, P. (2021). Reflexiones de la respuesta educativa ante la Covid-19, caso Honduras. RLEE Nuevo México, vol. LI (ESP). DOI: https://doi.org/10.48102/rlee.2021.51.ESPECIAL.389


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